uebas de fondo; 5.000, 10.000 y maratón. Algo que nadie ha igualado hasta ahora, el propio Zatopek confesó que no pudo andar en una semana tras su hazaña. Muchos expertos se preguntaban cuál era su secreto. La clave consistía en la tenacidad: el atleta checo justificaba su éxito por un original método de entrenamiento que exigía una dedicación absoluta, en el cual la psicología jugaba un papel fundamental. Para convertirse en atleta con temple de acero, Zatopek entrenaba todos los días la carrera de los diez mil metros dividida en etapas. Primero realizaba cinco carreras de 200 metros, luego veinte recorridos de 400 metros, y finalmente otras cinco carreras de 200 metros. El atleta solía también alternar carreras veloces de 100 o 200 metros con trotes en la misma distancia. Un régimen de entrenamiento que daba a Emil una resistencia sobrehumana para un hombre que sólo pesaba 67 kilos, aunque pudiera parecer todo lo contrario dado su forma de correr, tan angustiosa como la de Paula Radcliffe. Su gran momento
En Helsinki todos contaban con Zatopek, pero nadie pensaba que pudiera realizar el triplete en las pruebas de fondo. La carrera de los 5.000 fue inolvidable, Zatopek atacó cuando sólo quedaban 1.000 metros, pero fue superado por los cuatro atletas que le seguían. Su posibilidad de conseguir medalla parecía evaporarse, pero no fue así: esperó el momento justo para realizar un segundo ataque, esta vez definitivo, a 200 metros de meta. Remontó y sacó dos cuerpos a sus rivales mientras el estadio coreaba: ‘Zatopek, Zatopek, Zatopek’. Seguro que a esa victoria ayudó que Emil contara con unas zapatillas realizadas para él por sus compañeros en la fábrica de Bata. Estaban hechas a medida y en un cuero rojo que llamaba la atención, pero su valor simbólico era mucho más importante, dado que esas zapatillas estaban hechas en secreto: si la dictadura stalinista se enteraba de que Zatopek había conseguido gratis unas zapatillas sus compañeros hubieran sufrido penas de cárcel.
Vida tras los juegos
Su activismo político le pasó factura: en 1968 se manifestó públicamente contra la ocupación soviética de Checoslovaquia, hecho por el que fue expulsado de las fuerzas armadas y despojado de su casa. Trabajó de barrendero para subsistir (aunque los vecinos barrían las calles antes de que Emil llegara para que su héroe no tuviera que hacerlo) y tuvo que vivir en una caravana. Sólo después de la salida de la URSS de Checoslovaquia, en 1989, a Emil Zatopek se le dio el reconocimiento que merecía, a lo que se unió el premio Baron de Coubertin que se le entregó de manera póstuma y la Orden del León Blanco, máxima distinción de su país.
Palmarés
- 334 carreras de las que consiguió 261 victorias.
-18 records del mundo.
- Oro en la prueba de los 5.000 metros y plata en 10.000 en los JJOO de Londres 19484 oros.
- Oro en 5.000, 10.000 y maratón en los JJOO de Helsinki 1952
-3 oros y 1 bronce en campeonatos de Europa.
-8 campeonatos nacionales.
-38 carreras de 10000 metros ganadas de forma consecutiva.
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