Vela. Nuestro deporte más glorioso

Se lleva practicando 2.200 años y es el deporte que más medallas ha dado a España en las Olimpiadas. Te contamos todo sobre sus orígenes, grandes campeones, cómo es una regata...

Por Daniel Rodríguez

Si hay un deporte que se caracteriza por los éxitos que ha proporcionado a España en los Juegos Olímpicos ese es, sin duda alguna, la vela. Y es que de las últimas ocho ediciones de las Olimpiadas, sólo en una –Sydney 2000- nos volvimos a casa con las manos vacías. Las quince preseas conseguidas a lo largo de la historia olímpica desde que en 1932 Santiago Cansino Amat lograse el bronce en la clase ‘Monotipos’ –el equivalente al actual Finn- lo convierten en el deporte que más preseas ha aportado a nuestro medallero histórico. Además, hay que destacar su calidad: nada menos que 10 de ellas, es decir dos tercios, son de oro. A estas hay que añadirles otros cuatro metales de plata y uno más de bronce.

Uno de los primeros deportes de la historia
El objetivo en las competiciones de vela es tan sencillo –aprovechar al máximo el viento y las corrientes de agua para avanzar lo más rápido posible- como antiguo. Según los escritos del griego Pausanias, en el siglo II a.C. ya se disputaron las primeras regatas de este deporte: tuvieron lugar en Herminio –Grecia-, como homenaje a Dionysus Melanaigidos, que se encontraba apresado en el templo de Afrodita.
Transporte y competición son dos conceptos que siempre han estado muy relacionados en este deporte. De hecho, los orígenes de la vela moderna se sitúan en el siglo XVII, cuando los barcos mercantes competían por ser los primeros en traer a Europa las mercancías procedentes de China para que llegaran en el mejor estado posible. De esta competencia procede una vieja broma de navegantes: un barco navegando hacia algún destino es un crucero, dos barcos navegando hacia un mismo destino constituyen una regata.
Sin embargo, la primera competición de la era moderna no se disputó hasta 1715: fue la regata Cumberland, prueba que todavía se sigue disputando hoy en día. Por su parte, la primera competición internacional se remonta a 1851: se trató de la Copa de las Cien Guineas, más conocida en la actualidad como la Copa América. De hecho, se trata de la competición deportiva más antigua del mundo. Por toda esta histórica tradición es fácil comprender el por qué, excepto en Atenas 1896 y en San Luis 1904, la vela haya sido siempre deporte olímpico.

Nueva Zelanda es el paraíso

Caso aparte es el de Nueva Zelanda, donde este deporte es casi como una religión. Este pequeño país de apenas cuatro millones de habitantes ha conquistado los más prestigiosos trofeos de este deporte… además de 60 títulos mundiales y 16 medallas olímpicas. ¿La razón? Su aislamiento geográfico –muchas veces el mar es la vía más recta para realizar un trayecto-, así como la tradición: los primeros habitantes del país llegaron en barca y aún hoy día, en este medio de transporte es en el que se siguen realizando las principales labores diarias como ir a por el pan o comprar el periódico. Es una tradición popular que todos los niños neozelandeses se construyan su propio barco en el jardín o en el garaje de casa. Y es que en Nueva Zelanda hay un promedio de un barco por cada 10 habitantes.

Grandes campeones

Roma 1960 en la clase Finn-. A lo que añade sus 19 medallas en campeonatos mundiales, 15 de ellas de oro.
Por su parte, el brasileño Rober Scheidt ha ganado a lo largo de su carrera más de 125 títulos tanto a nivel nacional -68 títulos-, como a nivel internacional –otros 57-. Entre estos son reseñables sus dos oros olímpicos, logrados en Atlanta 96 y Atenas 2004, y la plata de Sydney 2000, todos ellos en la categoría Laser.


Categorías olímpicas de vela


En Pekín se disputarán 11 competiciones divididas en 9 clases –en el 470 y en el RS-X hay categoría tanto masculina como femenina- en la competición de vela. Cada una va dirigida a un perfil de regatista: por ejemplo, el Finn es para personas corpulentas y pesadas, el Tornado para ágiles... De esta forma, la vela olímpica es accesible a todos. Estas son las principales características de cada una de las embarcaciones:

• LASER: Pequeño yate de una sola vela que dispone de una gran capacidad de aceleración. Fue diseñada para poder ser trasladada con facilidad y está especialmente pensada para regatistas jóvenes o de poco peso.
• FINN: Tiene una sola vela y la embarcación, a diferencia del resto de categorías en las que cada regatista o equipo lleva su propio barco, la facilita la organización para que todos los participantes compitan en igualdad de condiciones.
• LASER RADIAL: Se trata de una adaptación de la clase Laser especialmente diseñada para las mujeres. Dispone de una sola vela y es ligeramente más pequeña que su hermana mayor. Se estrenará como clase olímpica en Pekín.
• RS:X: Es una pequeña embarcación que consta de una especie de tabla de windsurf con una vela, un mástil y una botavara. La versión femenina únicamente se diferencia en su menor superficie vélica.
• STAR: Es la embarcación mas veterana de las olimpiadas –desde Los Ángeles 1932-. Posee dos velas y, por sus características –es muy veloz-, exige un pilotaje muy técnico: por eso en ella participan los mejores regatistas.
• 49er: Embarcación de tres velas cuyas regatas son muy rápidas y espectaculares debido a la enorme superficie vélica del barco. Para navegar en ella es imprescindible una gran coordinación entre los tripulantes, así como una excelente técnica.
• TORNADO: Es el único catamarán (casco formado por dos piezas) que participa en los Juegos. Tiene dos timones, tres velas y con vientos medios-altos su navegación es muy espectacular, ya que ‘vuela’ sobre las olas y alcanza velocidades muy elevadas.
• YNGLING: Se trata de la única clase olímpica que tiene tres tripulantes. Está especialmente pensada para categoría femenina. Se caracteriza por ser pequeña, rápida y segura. Dispone de tres velas.
  

Españoles en los Juegos Olímpicos

Luis Doreste, con sus dos medallas de oro –Los Ángeles 1984 en 470 y Barcelona 1992 en Dutchman- y sus cuatro participaciones, es el regatista español más laureado en unos Juegos Olímpicos. En cuanto a las chicas, destaca Natalia Vía-Dufresne que, a sus 19 años, logró subir al segundo escalón del podio en Barcelona 92 en la clase Europa, puesto que hay que destacar que, desde Montreal 1976, y exceptuando la mala actuación en Sydney 2000, siempre hemos obtenido alguna medalla en vela. Destaca por encima de todas, la participación española en Barcelona, edición en la que se ganaron 4 medallas de oro y otra de plata.

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