jueves, 29 de mayo de 2008

Las mejores películas sobre deportes: 'Una mala jugada '

Una mala jugada
De qué va...

Una mala jugada es la historia la paradoja del baloncesto profesional de EE. UU.: la búsqueda de un Mesías que llene el espacio que dejó Michael Jordan tras su retirada. En esta película Jesús (nombre más que apropiado) Shuttlesworth es ese chico. De momento, sólo ha terminado su educación en el instituto, por lo que se encuentra en la difícil situación de elegir en qué universidad estudiará y –por ende– qué equipo universitario disfrutará de su juego espectacular. Jesús recibe presiones de todos: de la familia con la que vive (que piensan más en el dinero que les puede hacer ganar el chico que en su bienestar), su novia, sus amigos, las propias universidades que tratan de seducirle con todo tipo de regalos y parabienes, la NBA... y, sobre todo, la visita inesperada de su padre (encarcelado hace años por asesinato) y que vuelve a la calle tras aceptar un trato del alcaide de su prisión: le reducirá la pena si consigue que Jesús juegue para la universidad donde él estudió. Lo malo es que padre e hijo mantienen una relación muy tensa por unos hechos dramáticos del pasado.


Por qué hay que verla...

Quizás por ser una de las películas menos conocidas sobre baloncesto y porque trata unos de los temas más controvertidos de los últimos años: la presión y tratos de favor que reciben los jugadores (la mayoría de menos de 18 años) antes de ser fichados. Situación que ha desembocado en duras restricciones de la NBA para evitar este tipo de casos. Además, resulta curioso que, lo que se cuenta en “Una Mala Jugada”, sea muy parecido a la vida del último “salvador” del baloncesto americano: Lebron James. Por si fuera poco, hay imágenes de partidos reales –tanto en canchas oficiales como en la calle– que tienen gran calidad. De hecho, el protagonista de la película es Ray Allen (escolta de los Seattle Supersonics y recientemente fichado por Boston Celtics), quien ya sufrió en sus carnes la presión de ser el “sucesor de Jordan”. Además, merece la pena ver a Denzel Washington (que interpreta a Jake Shuttleworth, el padre de Jesús) en un papel muy alejado de los héroes que suele interpretar (y que, con matices, repitió en “Día de entrenamiento”, lo que le valió un Óscar).


he got game


Curiosidades

  • Ray Allen no es único jugador de la NBA que aparece en el film: Scottie Pippen, Shaquille O’Neal, Reggie Miller o el mismísimo Michael Jordan hacen pequeños ‘cameos’. Entre ellos, el más gracioso es Charles Barkley, que remata su aparición en un programa de televisión donde se habla de Jesús cono un: “Alabado seas, Jesús”.
  • Spike Lee, el director, es un ferviente seguidor de los New York Knicks y es muy habitual verle en el estadio del equipo neoyorquino, el Madison Square Garden. Su relación con el baloncesto no acaba aquí. Hace años fue él quien dirigió los anuncios más famosos que hizo Michael Jordan para la marca deportiva Nike.

Mejores momentos

El clímax de la película llega en sus momentos finales: Jesús parece que ya ha decidido en qué universidad quiere jugar (sobre todo atendiendo a las necesidades de su hermana pequeña, de quien cuida), pero su padre pide una última oportunidad de convencerle: jugando un partido uno contra uno. Si Jesús gana, su padre dejará en paz a su hermana y a él mismo; si pierde, tendrá que jugar en la universidad que proponía el alcaide. Un partido épico, tenso, trágico (esos dos personajes vivieron un encuentro parecido unos años atrás) y, que por si fuera poco, nos permite ver jugadas típicas de los partidos callejeros que se pierden en el baloncesto de equipo.


Para ver el resto del reportaje pincha aquí


1 comentario:

Julian Ross dijo...

Buenas

Peliculón, y Ray Allen actúa decentemente... lo mejor es sin duda cuando le intentan convencer de que se una a una universidad por lo "caritativas" que serán las chicas con él... jejeje

P.D: No sabía que tuvieseis un Gremlin por director...

Un saludo desde dedondehasalido, date una vuelta!

Julian Ross