¿Se puede considerar a los triatletas como los deportistas más completos y resistentes del mundo? Sin duda alguna. Precisamente, con ese objetivo surgió esta modalidad deportiva relativamente moderna.
Por Raúl del Campo
Los orígenes del triatlón se remontan a 1920. Ese año el periódico francés ‘L'Auto’ informaba de la disputa de una competición denominada ‘Les trois sports’ -los tres deportes-, que se disputaba en orden inverso al que se practica en la actualidad: comenzaba con una carrera de 3 km, seguidos de 12 km en bicicleta, para finalizar con una prueba de natación en el canal Marne -Francia-. En España, la primera referencia de una prueba similar no la encontramos hasta 1963, año en que se celebró un concurso denominado Ciclo-Nata-Cross en la ciudad de Castro Urdiales -Cantabria-.
Para su desarrollo como modalidad deportiva moderna, el triatlón tuvo que esperar hasta 1974, año en el que el ‘San Diego Track Club’ de California organizó la ‘Mission Bay Triathlon’. A ella acudieron 46 participantes, la gran mayoría ciclistas, atletas y nadadores profesionales. Esta fue el preludio de la carrera de triatlón más mítica y dura que ha existido nunca y que aún, hoy en día, se sigue celebrando, con más éxito y repercusión cada año: el Ironman de Hawai.
La búsqueda del atleta total
Todo comenzó en 1977, casi por casualidad, durante una reunión de marines americanos pertenecientes a dos de los clubes deportivos más prestigiosos de la isla estadounidense: el “Mid-Pacific Road Runner’s” -de atletismo- y el “Waikiki Swim Club” -de natación-. En ella, discutían acerca de quiénes eran los atletas más resistentes y completos de la isla. En dicha conversación estaba presente el Comandante de la Marina estadounidense John Collins, quien recordó en voz alta a sus compañeros sus recientes declaraciones a la prestigiosa revista deportiva estadounidense ‘Sports Illustrated’. En ellas, afirmaba que un gran ciclista belga, un tal Eddy Merckx -el ciclismo apenas tenía relevancia en esos años en Estados Unidos, por lo que no es de extrañar que el mejor ciclista de la historia apenas fuera conocido-, era quien poseía el nivel más alto nivel de captación de oxigeno de entre todos los atletas que hasta ese momento se habían sometido a dicha prueba.
El resto de deportistas-militares presentes en la sala enseguida comprendieron que lo que sugería el Comandante Collins era que en esa disputa también los ciclistas tenían mucho que decir. Así, se decidió que si tuviera que existir una prueba para coronar al deportista más completo, esta tenía que combinar las tres grandes carreras de larga distancia que existían en ese momento en la isla: la Waikiki Roughwater Swim (3.862 metros a nado), el Around Oahu Bike Race (180 km en bicicleta) y el maratón de Honolulu (42,195 km corriendo). Debido a la extrema dureza de la prueba, Collins propuso lo siguiente: “A aquel que concluya en primer lugar, le llamaremos Ironman -hombre de hierro”. Todos los presentes estuvieron de acuerdo.
Así, la madrugada del 18 de febrero de 1978, se disputó el primer Ironman de Hawai de la historia: de los quince hombres que comenzaron, sólo doce lograron finalizar la carrera. Gordon Haller tuvo el honor de convertirse en el primer Ironman de la historia: para ello invirtió un tiempo 11 horas, 46 minutos y 58 segundos.
Desde entonces, este deporte no ha parado de expandirse por todo el mundo, como símbolo de afán y superación, hasta conquistar finalmente el status olímpico en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
Julie Moss: una hazaña dramática
Esta triatleta estadounidense saltó a la fama mundial durante el Ironman de Hawai de 1982. Moss era por entonces una joven de 23 años que sólo pretendía concluir la carrera para incluir su experiencia en su tesis de final de carrera -estudiaba fisiología deportiva-.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, Moss se colocó en cabeza desde el principio de la prueba, puesto que no abandonaría ya… hasta poco antes de la línea meta.
A falta de poco más de tres kilómetros para el final de la carrera Moss comenzó a pagar un error de novata: durante la prueba no había bebido lo suficiente, por lo que su cuerpo se había ido deshidratando poco a poco. Cuando el agotamiento físico y la deshidratación llegaron al extremo, Moss se derrumbó en el suelo. En unas impactantes imágenes transmitidas en directo por televisión a medio mundo se podía apreciar a la estadounidense tratando de reemprender la marcha (algo que no lograba debido al cansancio), caerse repetidamente para, finalmente, acabar arrastrándose tratando de llegar como fuera a meta.
Pocos metros antes de conseguirlo, la atleta Kathleen Mcartney, a la que llevaba una gran ventaja hasta su colapso, la adelantó.
Moss no ganó, pero su proeza la convirtió en una leyenda del triatlón, una heroína para algunos, y una fuente de inspiración para mucha gente. Entre ellos, Mark Allen, séxtuple ganador de la prueba, quien poco después se convertiría en su esposo.
Los mejores españoles
Los triatletas españoles han conseguido magníficos resultados en competiciones internacionales en los últimos años.
Iván Raña fue el que abrió el camino: consiguió diploma olímpico -concluyó quinto- en el debut olímpico del triatlón, en Sydney 2000. En 2002 logró el triplete, tras adjudicarse en el mismo año los campeonatos de España, Europa y del Mundo, mientras que en 2003 se proclamó subcampeón del mundo, puesto que revalidó al año siguiente. Además, actualmente contamos con el mejor triatleta masculino del planeta: se trata de Javier Gómez Noya, líder indiscutible del ranking mundial desde hace más de un año y ganador de las dos últimas ediciones de la Copa del Mundo. Gómez Noya también se ha proclamado esta temporada campeón de Europa y subcampeón del mundo.
En cuanto a las féminas, sin llegar a imitar los triunfos masculinos, destaca Ana Burgos (cuatro veces campeona de España de Duatlón y Triatlón y campeona de Europa en ambas disciplinas) y Pilar Hidalgo quien, además de proclamarse campeona del mundo sub 23 en el año 2002 y ganar la medalla de bronce en el europeo de 2004, ha logrado varios podios en pruebas de la Copa del Mundo. También es campeona del mundo de Acuatlón, título que logró en el año 2000.
Por Raúl del Campo
Los orígenes del triatlón se remontan a 1920. Ese año el periódico francés ‘L'Auto’ informaba de la disputa de una competición denominada ‘Les trois sports’ -los tres deportes-, que se disputaba en orden inverso al que se practica en la actualidad: comenzaba con una carrera de 3 km, seguidos de 12 km en bicicleta, para finalizar con una prueba de natación en el canal Marne -Francia-. En España, la primera referencia de una prueba similar no la encontramos hasta 1963, año en que se celebró un concurso denominado Ciclo-Nata-Cross en la ciudad de Castro Urdiales -Cantabria-.
Para su desarrollo como modalidad deportiva moderna, el triatlón tuvo que esperar hasta 1974, año en el que el ‘San Diego Track Club’ de California organizó la ‘Mission Bay Triathlon’. A ella acudieron 46 participantes, la gran mayoría ciclistas, atletas y nadadores profesionales. Esta fue el preludio de la carrera de triatlón más mítica y dura que ha existido nunca y que aún, hoy en día, se sigue celebrando, con más éxito y repercusión cada año: el Ironman de Hawai.
La búsqueda del atleta total
Todo comenzó en 1977, casi por casualidad, durante una reunión de marines americanos pertenecientes a dos de los clubes deportivos más prestigiosos de la isla estadounidense: el “Mid-Pacific Road Runner’s” -de atletismo- y el “Waikiki Swim Club” -de natación-. En ella, discutían acerca de quiénes eran los atletas más resistentes y completos de la isla. En dicha conversación estaba presente el Comandante de la Marina estadounidense John Collins, quien recordó en voz alta a sus compañeros sus recientes declaraciones a la prestigiosa revista deportiva estadounidense ‘Sports Illustrated’. En ellas, afirmaba que un gran ciclista belga, un tal Eddy Merckx -el ciclismo apenas tenía relevancia en esos años en Estados Unidos, por lo que no es de extrañar que el mejor ciclista de la historia apenas fuera conocido-, era quien poseía el nivel más alto nivel de captación de oxigeno de entre todos los atletas que hasta ese momento se habían sometido a dicha prueba.
El resto de deportistas-militares presentes en la sala enseguida comprendieron que lo que sugería el Comandante Collins era que en esa disputa también los ciclistas tenían mucho que decir. Así, se decidió que si tuviera que existir una prueba para coronar al deportista más completo, esta tenía que combinar las tres grandes carreras de larga distancia que existían en ese momento en la isla: la Waikiki Roughwater Swim (3.862 metros a nado), el Around Oahu Bike Race (180 km en bicicleta) y el maratón de Honolulu (42,195 km corriendo). Debido a la extrema dureza de la prueba, Collins propuso lo siguiente: “A aquel que concluya en primer lugar, le llamaremos Ironman -hombre de hierro”. Todos los presentes estuvieron de acuerdo.
Así, la madrugada del 18 de febrero de 1978, se disputó el primer Ironman de Hawai de la historia: de los quince hombres que comenzaron, sólo doce lograron finalizar la carrera. Gordon Haller tuvo el honor de convertirse en el primer Ironman de la historia: para ello invirtió un tiempo 11 horas, 46 minutos y 58 segundos.
Desde entonces, este deporte no ha parado de expandirse por todo el mundo, como símbolo de afán y superación, hasta conquistar finalmente el status olímpico en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
Julie Moss: una hazaña dramática
Esta triatleta estadounidense saltó a la fama mundial durante el Ironman de Hawai de 1982. Moss era por entonces una joven de 23 años que sólo pretendía concluir la carrera para incluir su experiencia en su tesis de final de carrera -estudiaba fisiología deportiva-.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, Moss se colocó en cabeza desde el principio de la prueba, puesto que no abandonaría ya… hasta poco antes de la línea meta.
A falta de poco más de tres kilómetros para el final de la carrera Moss comenzó a pagar un error de novata: durante la prueba no había bebido lo suficiente, por lo que su cuerpo se había ido deshidratando poco a poco. Cuando el agotamiento físico y la deshidratación llegaron al extremo, Moss se derrumbó en el suelo. En unas impactantes imágenes transmitidas en directo por televisión a medio mundo se podía apreciar a la estadounidense tratando de reemprender la marcha (algo que no lograba debido al cansancio), caerse repetidamente para, finalmente, acabar arrastrándose tratando de llegar como fuera a meta.
Pocos metros antes de conseguirlo, la atleta Kathleen Mcartney, a la que llevaba una gran ventaja hasta su colapso, la adelantó.
Moss no ganó, pero su proeza la convirtió en una leyenda del triatlón, una heroína para algunos, y una fuente de inspiración para mucha gente. Entre ellos, Mark Allen, séxtuple ganador de la prueba, quien poco después se convertiría en su esposo.
Los mejores españoles
Los triatletas españoles han conseguido magníficos resultados en competiciones internacionales en los últimos años.
Iván Raña fue el que abrió el camino: consiguió diploma olímpico -concluyó quinto- en el debut olímpico del triatlón, en Sydney 2000. En 2002 logró el triplete, tras adjudicarse en el mismo año los campeonatos de España, Europa y del Mundo, mientras que en 2003 se proclamó subcampeón del mundo, puesto que revalidó al año siguiente. Además, actualmente contamos con el mejor triatleta masculino del planeta: se trata de Javier Gómez Noya, líder indiscutible del ranking mundial desde hace más de un año y ganador de las dos últimas ediciones de la Copa del Mundo. Gómez Noya también se ha proclamado esta temporada campeón de Europa y subcampeón del mundo.
En cuanto a las féminas, sin llegar a imitar los triunfos masculinos, destaca Ana Burgos (cuatro veces campeona de España de Duatlón y Triatlón y campeona de Europa en ambas disciplinas) y Pilar Hidalgo quien, además de proclamarse campeona del mundo sub 23 en el año 2002 y ganar la medalla de bronce en el europeo de 2004, ha logrado varios podios en pruebas de la Copa del Mundo. También es campeona del mundo de Acuatlón, título que logró en el año 2000.
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1 comentario:
Saludos al equipo de +QFutbol,
Gracias por darle publicidad a este deporte... a veces no entiendo como se cansan los futbolistas en 90 minutos, especialmente alguno que otro...
Un saludo desde dedondehasalido, por supuesto os agrego a mis blogs recomendados
Julian Ross
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