miércoles, 30 de abril de 2008

Tema Central diciembre ( IV )

dopaje genético
Doping Genético. El dopaje del Siglo XXI

Por Borja Pérez

¿Cómo será el deportista genético?

Antes de nada hay que definir lo que sería un atleta de élite; según Francisco Miguel Tobal, médico especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte: “Antes del dopaje genético, el mejor deportista era aquel cuyos genotipos (el conjunto de genes de un individuo) le otorgaban una serie de ventajas respecto a los rivales -por ejemplo, mayor altura y envergadura de brazos en el baloncesto- y se complementen con el mejor conjunto de fenotipos posibles (la expresión de nuestros genes). Es decir, y siguiendo el ejemplo, que la predisposición que otorgan los genes de un jugador de baloncesto a tener una altura por encima de la media se vea implementada con el entrenamiento -esto sería la influencia del ambiente-, con lo que el deportista habrá desarrollado una altura mayor de que la que simplemente le otorgaban sus genes”. Con la ‘supuesta’ llegada del dopaje genético, el deportista que no haya tenido una dotación genética sobresaliente podrá modificar algunas características para igualarse con los mejores. Sin embargo, hay que saber que no todos nuestros rasgos tiene la misma importancia en la herencia genética, algunos factores -como la fuerza de nuestros músculos- dependen más de nuestros genes que de nuestro entrenamiento, pero otros -como el tiempo de reacción, importantísimo para los corredores de 100 metros lisos- tienen que ver más con el entrenamiento. Los médicos de la AMA prevén tres posibles vías de desarrollo del dopaje genético:

Aumento de las fibras musculares blancas

dopaje genético

Las fibras blancas se llaman también ‘fibras de contracción rápida’, se encuentran sobre todo en los músculos que rodean las extremidades, que suelen ser grandes y poco elásticos. Estas fibras las desarrollan más los atletas que compiten en pruebas explosivas, en las que priman más la velocidad que la resistencia: carreras atléticas hasta 400 metros, lanzamiento de peso, salto de altura, de longitud; los gimnastas, jugadores de balonmano… También se utilizan en halterofilia, en las pruebas cortas de natación (como los 50 metros libres). Estos músculos utilizan como combustible primario la glucosa -el azúcar-. Dos ejemplos:

Velocista

Si un atleta de pruebas de velocidad utilizara el dopaje genético para desarrollar sus fibras blancas, la musculatura de sus piernas aumentaría en volumen y en calidad: sus músculos serían capaces de contraerse y estirarse más rápidamente aumentado su potencia en carrera, es decir, que podría dar más zancadas y aumentar el número de metros que avanza con cada una de ellas.

Gimnasta

Son deportistas que utilizan toda la musculatura de su cuerpo para ejercicios que combinan saltos, fuerza y sentido del equilibrio. Con el dopaje genético los gimnastas podrían aumentar prácticamente todos los músculos que poseen fibras blancas en su cuerpo, desde extremidades superiores hasta inferiores. Además, podrían aumentar su masa muscular en el tronco, lo que es muy necesario para mantener las difíciles posturas y el equilibrio en los giros.


Aumento de fibras musculares rojas

dopaje genético

También llamadas fibras de contracción lenta. Predominan sobre todo en los músculos del tronco, pero están repartidas por todo el cuerpo. El oxígeno es el principal combustible para este tipo de fibras; estas están rodeadas de capilares y son ricas en mioglobina (la sustancia que le da el color rojo): estos dos elementos se encargan de hacer llegar el oxígeno al músculo más rápidamente, a más oxígeno recibido, mayor es el rendimiento muscular. Son propias de atletas de medio fondo, maratón, nadadores de grandes distancias, triatletas, ciclistas, esquiadores de fondo… Estos deportistas tienen fibras rojas en la mayoría de sus músculos, los que les hace desarrollar una musculatura menos voluminosa que la de los velocistas pero, a la vez, mucho menos dada a la fatiga. Así, donde un velocista necesita que sus músculos se contraigan y extiendan con mucha rapidez, un fondista requiere músculos elásticos, que gasten poca energía (poco oxígeno) y que sean resistentes.

Fondista

En este caso, el dopaje genético no se utilizaría para aumentar el volumen de los músculos del atleta, ya que este no requiere músculos más anchos, sino que se fatiguen menos, por lo que no se desarrollarían el número de fibras blancas, sino el de las rojas. Físicamente, el atleta no tendría un tono muscular que destacara a simple vista, pero las fibras de su organismo podrían transportar el oxígeno de forma mucho más veloz, con lo que llegarían al límite del agotamiento y el cansancio mucho más tarde.

Aumento de la molécula de EPO

La EPO es una molécula producida por el riñón y el hígado -en una proporción de 90%/10%-. Regula la cantidad de glóbulos rojos que tiene el cuerpo, de modo que cuando se esté realizando un gran esfuerzo físico, los músculos dispongan de más oxígeno para mantener la intensidad del esfuerzo durante más tiempo.

Ciclista

Con el dopaje genético, un deportista no tendría que inyectarse EPO artificial o entrenarse en algún lugar que se encuentre por encima del nivel del mar (donde el oxígeno es menos abundante y el cuerpo humano -a través de la EPO- fabrica más glóbulos rojos para compensar esa falta de oxígeno) para tener un rendimiento superior al resto. Bastaría con inyectarse un gen que fabricaría más EPO de manera natural, con lo que aumentaría el número de glóbulos rojos en la sangre como si el cuerpo del deportista lo hiciera de manera natural.


¿La duda?

Los métodos de dopaje genético actuales permiten modificar el físico de un atleta, pero nadie sabe qué pasará más adelante. Mucho se ha hablado sobre mezclar genes humanos con genes de animales para obtener mejor rendimiento: combinar genes de canguro para conseguir saltar más alto, reflejos felinos… Pero todos los especialistas dilapidan esa opción a corto plazo dado que los tratamientos de terapia genética no están dominados a día de hoy. Pero hay otra opción que parece más cercana, sería la de los atletas a la carta, es decir, modificar genéticamente un ser humano para hacerlo perfecto: la capacidad pulmonar de Indurain, las piernas de Carl Lewis, los brazos de Nadal… cualquier cosa podría ser posible. En este momento la tecnología aún no ha avanzado lo suficiente como para hacer todo esto posible pero, cuando el atleta a la carta sea una realidad, seguramente habrá que reconsiderar las posturas acerca del dopaje: Por ejemplo, ¿podría considerarse dopaje el nacimiento de un ser humano predestinado genéticamente para ser un deportista de élite?


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